La semilla de Granada, beneficios más allá de la cosmética
El aceite de Semilla de Granada con un alto contenido en flavonoides, polifenoles, vitamina C, E y B5, antioxidantes, ácidos grasos y minerales, es un potente activo para neutralizar los radicales libres que provocan el envejecimiento lo que lo convierte en un fantástico coadyuvante para combatir arrugas y signos de la edad.
Su nombre científico es Punica granatum Seed Oil. Entre sus propiedades farmacológicas se encuentran las de antioxidante y antiinflamatoria.
Más allá de su uso cosmético, el zumo de granada tiene una potencial utilidad coadyuvante en el tratamiento de la hipertensión, la diabetes, las dislipidemias y la artritis.
Popularmente, la pulpa de los frutos se ha empleado para elaborar el jarabe de granadina destinado a combatir las afecciones de garganta. Además, por su importante contenido en taninos en toda la planta, se ha empleado como astringente y antidiarreico.
En un ensayo clínico realizado en atletas, el consumo de zumo de granada durante 21 días produjo una disminución significativa de marcadores de estrés oxidativo. También se ha observado que el zumo de granada produce disminución de la presión arterial en humanos.
En un estudio en pacientes hipertensos que consumieron durante 2 semanas zumo de granada se observó una reducción de la presión sistólica que se ha relacionado con una reducción significativa, del 36%, de la actividad de la enzima convertidora de angiotensina sérica.
Por todo ello, lo recomendamos como un excelente alimento a incorporar en nuestra dieta.
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